miércoles, 30 de junio de 2010

Acepta del cambio

30 de junio de 2010

Un día, mi madre y yo trabajábamos juntas en el jardín. Estábamos trasplantando unas plantas por tercera vez. Habiendo crecido a partir de unas semillas en un bote pequeño, las plantas habían sido transferidas a un bote grande; y luego trasplantadas al jardín. Ahora, como me estaba mudando de casa, las estábamos trasplantando otra vez.


Siendo inexperta como jardinera, me volví a mi experimentadísima madre. “¿No les hace daño?”, le pregunté, mientras las desenterrábamos y les sacudíamos la tierra de las raíces. “¿No les hará deño a esas plantas que se les desenraice y se les trasplante tantas veces?”

“Ay, no”, respondió mi madre. “Trasplantarlas no les hace daño. De hecho, es bueno para las que sobreviven. Así es como se les fortalecen las raíces. Sus raíces crecerán en lo profundo, y las plantas se pondrán fuertes”

A menudo me he sentido como esas pequeñas plantas: desarraigada y boca arriba. A veces he soportado el cambio con buena disposición, a veces con renuencia, pero por lo general mi reacción ha sido una combinación de ambas.

¿No será duro esto para mí?, pregunto ¿Qué no sería mejor que las cosas permanecieran igual? Ahí es cuando me acuerdo de las palabras de mi madre: Así es como las raíces crecen en lo profundo y se fortalecen.

Hoy , Dios mío, ayúdame a recordar que durante los tiempos de transición están siendo fortalecidos mi yo y mi fe.

NOTA: Esta es mi meditación de hoy... tomada del libro
El Lenguaje del Adios de Melody Beattie
Me encantó y la quise compartir con todos mis lectores. Ojalá les guste

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