lunes, 15 de febrero de 2010

AMOR REAL

Hoy como todos los días, me levanto temprano, intentando no olvidar que debo asombrarme a diario y no perder ese don... Es un milagro que hoy me levante por mi propio pie y tenga salud y energía para cumplir con mi misión.
Quiero nunca caer en la rutina, esa enemiga silenciosa que hace tanto daño en la vida. 
Agradezco desde lo más profundo de mi corazón esta nueva oportunidad. Otras 24 horas para disfrutar, para cuidarme y cuidar de los que amo.
También estoy muy agradecida por ser quien soy, por superarme a diario personal y profesionalmente; por ser amiga, hermana, esposa, madre y abuela.
Mi felicidad es verlos a todos bien, con salud y energía y cumpliendo con sus ideales y su misión. Que sean felices haciendo lo que quieran hacer con sus vidas.
Mando bendiciones en todas direcciones, para que lleguen al espíritu de mis amadas y amados.


Hacía tiempo que tenía en pausa mi placer de escribir, sin embargo, en la meditación diaria, decidí volver a darme este gusto y aquí estoy de nuevo, disfrutando del don de la comunicación, sobre todo, de enviar mensajes a quienes les interesa y me siguen en este blog.


Quise comenzar ayer, pero a propósito dejé este tema para hoy, porque quiero tomar distancia del día de "San Valentín", o día del amor y la amistad como lo han dado en llamar. Una celebración que se ha contaminado con el mercantilismo. El Amor del que yo hablo, con mayúscula, nada tiene que ver con el que se utiliza en esa campaña publicitaria. No es mi propósito rendir culto a la vendimia, mucho menos al dios dinero.


Dedico este espacio al AMOR un importante sentimiento que merece trato aparte. 


Comento entre paréntesis, que tal vez el tema surge, porque me estoy preparando para responder a una invitación.  El próximo 24 de febrero, dictaré conferencias que hemos titulado Los bemoles del Amor, para alumnos y padres de familia del Tec de Monterrey; el evento abierto al público se celebrará en al Auditorio del Campus Saltillo a las 8 de la noche --espero saludarlos por ahí y abordar esta otra vertiente de análisis.


Entrando en material, el Amor, me parece que es inherente al Ser humano. No podemos ser felices ni disfrutar de la vida sin amor.


Para de verdad respetarnos y honrar nuestra dignidad de personas, debemos comenzar por nosotros mismos. Amate a tí mismo, aunque quienes nos educaron nos hayan dicho que eso era egoísmo... ¡no es verdad!


A nadie puedes amar ni respetar, si no te amas y respetas a tí mismo.


Posteriormente, en círculos concéntricos, para madurar y ser pleno, es necesario amar a nuestra familia nuclear, familia de origen, extendida, amigos que son la familia que escogimos nosotros; amar a nuestro prójimo (próximo), compañeros, vecinos y comunidad en general.


Luego de los seres humanos, también es necesario amar al resto de los seres vivos, plantas, animales y armonizar inclusive con los objetos que nos rodean y sirven.
Me concibo en este ejercicio de concordancia, como una brizna cósmica, que obedezco en esa armonía, al orden universal; fluyo como todo, ejerciendo mi libre albedrío, para dejar huella de mi paso por esta dimensión, pero respetando mi entorno, cuidando la ecología y lo que se me ha proporcionado para tener una vida bella.


El amor este del que hablo, es sublime, misterioso y sagrado, por lo que no puede comercializarse. Se expresa todos los días del año y es puro y limpio.


DIOS ES AMOR


Creo que esta frase lo resume todo, por ello, intento y te invito a reflejar el amor a cada segundo de nuestras vidas, a través del servicio, este bello instrumento de combatir ahora sí, el ego,uno de los más tremendos enemigos de la espiritualidad.


Envío mi más trascendente sentimiento a mis todos queridos hermanos de espíritu


¡¡¡SHALOM!!!

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